Trabajadores de correos franceses, en huelga contra la "privatización"
Los cinco sindicatos del servicio de correos franceses (La Poste) convocaron este martes a una huelga y a manifestaciones en todo el país contra la "privatización" de la empresa pública, que se convertiría en sociedad anónima en 2010.
La huelga era acatada por un cuarto del personal este martes por la mañana, según la dirección de La Poste, mientras los sindicatos hablaban de un 40% de huelguistas y saludaban una "gran jornada" de movilización.
Un proyecto para cambiar el estatuto de La Poste elaborado por la dirección del servicio fue transmitido al gobierno a comienzos de septiembre. Este prevé que la empresa estatal pase a ser una sociedad anónima a partir de enero de 2010 y la apertura de su capital un año más tarde.
Para discutir el proyecto, el gobierno recibió poco después a sindicatos, asociaciones de consumidores, parlamentarios y ediles, y anunció la creación de una comisión sobre el futuro del organismo compuesta por ediles y responsables sindicales. Esta comisión deberá entregar un informe de aquí al 30 de noviembre.
El cambio de estatuto tendría como objetivo preparar a La Poste para la liberalización del mercado postal europeo en 2011 y luego, con la apertura del capital, obtener fondos que podrían llegar a los 3.000 millones de euros, según dijo a la prensa el presidente de la entidad, Jean-Paul Bailly.
La dirección de La Poste aseguró que el Estado seguiría siendo mayoritario dentro del capital, en virtud de la ley que le prohíbe poseer menos de un 50% del capital, a raíz de la misión de servicio público del organismo.
Las organizaciones sindicales, con el apoyo de los partidos políticos de la izquierda, ven en la operación una "primera etapa hacia la privatización". Jean-Claude Mailly, líder de una de las grandes centrales sindicales, recordó los casos de otros servicios públicos como France Telecom (teléfonos y comunicaciones) o Gaz de France "en que los poderes públicos dijeron 'no hay que preocuparse, sólo vamos a abrir un poco el capital' y unos años más tarde la empresa fue privatizada".
También ven en este proceso el peligro de importantes supresiones de puestos de trabajo y un deterioro o la anulación de prestaciones que la institución, en tanto organismo público, está obligada a ofrecer.
La Poste, además de ofrecer el servicio de correos, es también una institución bancaria pública que permite abrir una cuenta corriente a personas que disponen de recursos mínimos. Por otra parte, en algunos lugares aislados, es el único vínculo entre la población y los servicios del Estado.
Las organizaciones sindicales esperaban para este martes una movilización mucho más importante que en huelgas previas, cuando la participación fue inferior al 20%. La FAPT-CGT, principal sindicato en La Poste, anunció haber obtenido 160.000 firmas para una petición contra la "privatización". Para Colette Duynslaeger, dirigente de la FAPT-CGT, es la primera vez que una movilización consigue tal unidad sindical.
Según un sondeo publicado el martes por el diario L'Humanité, allegado al partido Comunista, un 61% de los franceces dicen no ser favorables a un cambio de estatuto de La Poste. Esta consulta revela también que el 57% de los franceses apoyan o "simpatizan" con la huelga de este martes.
Noticias de Yahoo News
Los cinco sindicatos del servicio de correos franceses (La Poste) convocaron este martes a una huelga y a manifestaciones en todo el país contra la "privatización" de la empresa pública, que se convertiría en sociedad anónima en 2010.
La huelga era acatada por un cuarto del personal este martes por la mañana, según la dirección de La Poste, mientras los sindicatos hablaban de un 40% de huelguistas y saludaban una "gran jornada" de movilización.
Un proyecto para cambiar el estatuto de La Poste elaborado por la dirección del servicio fue transmitido al gobierno a comienzos de septiembre. Este prevé que la empresa estatal pase a ser una sociedad anónima a partir de enero de 2010 y la apertura de su capital un año más tarde.
Para discutir el proyecto, el gobierno recibió poco después a sindicatos, asociaciones de consumidores, parlamentarios y ediles, y anunció la creación de una comisión sobre el futuro del organismo compuesta por ediles y responsables sindicales. Esta comisión deberá entregar un informe de aquí al 30 de noviembre.
El cambio de estatuto tendría como objetivo preparar a La Poste para la liberalización del mercado postal europeo en 2011 y luego, con la apertura del capital, obtener fondos que podrían llegar a los 3.000 millones de euros, según dijo a la prensa el presidente de la entidad, Jean-Paul Bailly.
La dirección de La Poste aseguró que el Estado seguiría siendo mayoritario dentro del capital, en virtud de la ley que le prohíbe poseer menos de un 50% del capital, a raíz de la misión de servicio público del organismo.
Las organizaciones sindicales, con el apoyo de los partidos políticos de la izquierda, ven en la operación una "primera etapa hacia la privatización". Jean-Claude Mailly, líder de una de las grandes centrales sindicales, recordó los casos de otros servicios públicos como France Telecom (teléfonos y comunicaciones) o Gaz de France "en que los poderes públicos dijeron 'no hay que preocuparse, sólo vamos a abrir un poco el capital' y unos años más tarde la empresa fue privatizada".
También ven en este proceso el peligro de importantes supresiones de puestos de trabajo y un deterioro o la anulación de prestaciones que la institución, en tanto organismo público, está obligada a ofrecer.
La Poste, además de ofrecer el servicio de correos, es también una institución bancaria pública que permite abrir una cuenta corriente a personas que disponen de recursos mínimos. Por otra parte, en algunos lugares aislados, es el único vínculo entre la población y los servicios del Estado.
Las organizaciones sindicales esperaban para este martes una movilización mucho más importante que en huelgas previas, cuando la participación fue inferior al 20%. La FAPT-CGT, principal sindicato en La Poste, anunció haber obtenido 160.000 firmas para una petición contra la "privatización". Para Colette Duynslaeger, dirigente de la FAPT-CGT, es la primera vez que una movilización consigue tal unidad sindical.
Según un sondeo publicado el martes por el diario L'Humanité, allegado al partido Comunista, un 61% de los franceces dicen no ser favorables a un cambio de estatuto de La Poste. Esta consulta revela también que el 57% de los franceses apoyan o "simpatizan" con la huelga de este martes.
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