Condenado un ciego que conducía bebido y sin carné en Francia
Un ciego de 29 años, detenido cuando conducía ebrio el vehículo de un amigo que le acompañaba como copiloto, fue condenado el pasado viernes a un mes de prisión y a 500 euros de multa por el Tribunal Correccional de Nancy (noreste de Francia).
Al hombre que le había dejado al volante, también en estado de ebriedad en el momento de los hechos, se le ha suspendido el carné de conducir durante cinco meses.
Los dos hombres habían sido detenidos por la gendarmería francesa en la región de Meurthe-et-Moselle, en una carretera comarcal poco frecuentada, el 25 de julio hacia las 3 de la madrugada, alertada por los zigzags de un coche que circulaba muy lentamente.
Ante el estupor de los gendarmes, el conductor les anunció que era ciego. El alcoholímetro había dado positivo en los dos hombres. "Era algo que quería hacer desde hacía tiempo, se lo dije (al compañero) y él cedió. No intento excusarme", se justificó el conductor, que ejerce de periodista sobre su condición de ciego.
"Nos dejamos llevar por ese momento de complicidad. Él estaba muy contento" cuando conducía, añadió el copiloto, un fotógrafo de 52 años que tenía "una mano en el volante, y otra en el freno de mano" en el momento de los hechos. "Estaba muy concentrado en la carretera", precisó.
"Usted tenía el doble de la tasa de alcohol permitida. ¿Eso no le convertía en un monitor poco fiable?", le preguntó retóricamente el presidente del tribunal.
Un ciego de 29 años, detenido cuando conducía ebrio el vehículo de un amigo que le acompañaba como copiloto, fue condenado el pasado viernes a un mes de prisión y a 500 euros de multa por el Tribunal Correccional de Nancy (noreste de Francia).
Al hombre que le había dejado al volante, también en estado de ebriedad en el momento de los hechos, se le ha suspendido el carné de conducir durante cinco meses.
Los dos hombres habían sido detenidos por la gendarmería francesa en la región de Meurthe-et-Moselle, en una carretera comarcal poco frecuentada, el 25 de julio hacia las 3 de la madrugada, alertada por los zigzags de un coche que circulaba muy lentamente.
Ante el estupor de los gendarmes, el conductor les anunció que era ciego. El alcoholímetro había dado positivo en los dos hombres. "Era algo que quería hacer desde hacía tiempo, se lo dije (al compañero) y él cedió. No intento excusarme", se justificó el conductor, que ejerce de periodista sobre su condición de ciego.
"Nos dejamos llevar por ese momento de complicidad. Él estaba muy contento" cuando conducía, añadió el copiloto, un fotógrafo de 52 años que tenía "una mano en el volante, y otra en el freno de mano" en el momento de los hechos. "Estaba muy concentrado en la carretera", precisó.
"Usted tenía el doble de la tasa de alcohol permitida. ¿Eso no le convertía en un monitor poco fiable?", le preguntó retóricamente el presidente del tribunal.