Nuevos váteres electrónicos cada vez más ahorradores en Japón
La persecución del despilfarro ya no tiene límite en Japón: hasta los pequeños rincones se tienen en cuenta, las casas de equipamientos sanitarios se esfuerzan en proponer baños electrónicos, económicos y limpios dentro del plan medioambiental.
El gigante de la electrónica y de los electrodomésticos japonés Matsushita (Panasonic y National) presentó este lunes unos váteres con un asiento que calienta y echa agua, de los que se dice que son los que menos energía consumen del mundo.
Estos nuevos váteres no consumen más "que 77 kilowatios-hora por año (kWh/año)", es decir, un 44% menos que el modelo precedente del mismo grupo lanzado hace un año, según las descripciones técnicas de dichos productos.
¿El secreto? El asiento, así como el agua utilizada para el chorro de lavado de las nalgas no son calentados hasta que alguien va a utilizarlos. Muchos otros modelos de váteres electrónicos, especialidad japonesa, permanecen a una temperatura caliente aun cuando nadie está sentado sobre ellos, lo que constituye un desperdicio enorme de energía, sobre todo en las casas, donde se utilizan menos a menudo que en los lugares públicos.
Además, Matsushita explicó haber utilizado materiales más eficientes, para difundir el calor del asiento y para facilitar el mantenimiento de la taza, con el objetivo de disminuir también la utilización de agua y detergente.
Noticias de Yahoo News
La persecución del despilfarro ya no tiene límite en Japón: hasta los pequeños rincones se tienen en cuenta, las casas de equipamientos sanitarios se esfuerzan en proponer baños electrónicos, económicos y limpios dentro del plan medioambiental.
El gigante de la electrónica y de los electrodomésticos japonés Matsushita (Panasonic y National) presentó este lunes unos váteres con un asiento que calienta y echa agua, de los que se dice que son los que menos energía consumen del mundo.
Estos nuevos váteres no consumen más "que 77 kilowatios-hora por año (kWh/año)", es decir, un 44% menos que el modelo precedente del mismo grupo lanzado hace un año, según las descripciones técnicas de dichos productos.
¿El secreto? El asiento, así como el agua utilizada para el chorro de lavado de las nalgas no son calentados hasta que alguien va a utilizarlos. Muchos otros modelos de váteres electrónicos, especialidad japonesa, permanecen a una temperatura caliente aun cuando nadie está sentado sobre ellos, lo que constituye un desperdicio enorme de energía, sobre todo en las casas, donde se utilizan menos a menudo que en los lugares públicos.
Además, Matsushita explicó haber utilizado materiales más eficientes, para difundir el calor del asiento y para facilitar el mantenimiento de la taza, con el objetivo de disminuir también la utilización de agua y detergente.
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