En ese delicado equilibrio se juega la posibilidad de ganar las elecciones presidenciales del 2008.
Por el momento, tiene una clara ventaja entre el público femenino y suficiente respaldo entre el masculino como para superar en intención de voto a todos sus contrincantes demócratas.
En esa batalla utiliza sus armas de mujer con calculadora mente matemática como ha quedado patente en los últimos días.
El revuelo que se prolonga hasta hoy comenzó la noche del martes durante el debate en Filadelfia (Pensilvania) entre los aspirantes demócratas a la Casa Blanca y donde los rivales de Hillary se tiraron sin compasión a su yugular.
Los asesores de la senadora demócrata lanzaron a continuación un vídeo electoral que bautizaron como 'The Politics of Pile On' (La política del ataque) y que se puede ver a través de YouTube.
El vídeo muestra a los rivales de Hillary repitiendo su nombre una y otra vez durante el debate televisado del martes.
'Al parecer doy mucho de que hablar y causo gran consternación y eso tiene su motivo', dice Hillary al final del anuncio, en el que deja a la imaginación de los espectadores el adivinar el citado motivo.
La idea de que la atacaban por ser mujer cobró fuerza después de que su jefa de campaña, Patti Solis Doyle, lamentase que 'en aquel escenario de Filadelfia viésemos a seis contra una', y que 'candidatos que han dicho estar comprometidos con la política de la esperanza practicasen la política del ataque'.
Doyle añadió que no había de qué preocuparse porque 'Hillary es una mujer fuerte', acostumbrada a torear en plazas difíciles.
Y Hillary volvió a echar leña al fuego al decir el jueves durante una visita a su 'alma máter' en las afueras de Boston que la universidad, sólo para mujeres, le dio los recursos para moverse con soltura en el masculino mundo de la política.
'Esta universidad de mujeres me preparó de muchas maneras para competir en un área como la de la política presidencial dominada por los hombres', dijo ante una entusiasta audiencia femenina.
Esa declaración de principios provocó la reacción del senador demócrata por Illinois Barack Obama, el único negro presidenciable.
'Asumo y espero que la senadora Clinton quiere ser tratada como todo el mundo', dijo el viernes a la cadena de televisión NBC.
'Cuando tuvimos un debate en Iowa hace algún tiempo me criticaron durante 15 minutos en temas de política exterior y no me dediqué a decir: me están atacando porque mi apariencia es distinta a la de los demás', arremetió Obama en referencia al color de su piel.
Y cuando todo parecía indicar que el explotar su condición de mujer iba a volverse en su contra, Hillary dio un nuevo giro de tuerca para aclarar que el motivo por el cual se ha abierto la polémica no tenía relación con su género, sino con su madera de ganadora.
'No creo que me estén atacando por ser mujer, me están atacando porque estoy ganando', aseguró la tarde del viernes, quizás en un intento de frenar las especulaciones que indirectamente alentó.
Su escurridiza naturaleza no es, de todos modos, nada nuevo.
Así, no dudó en defender a su marido después de que mantuviese relaciones sexuales con una becaria pese a que durante años defendió que las mujeres plantasen cara ante hombres abusivos.
Ahora, vuelve a recurrir a esa dualidad, al aparecer en ocasiones como una mujer atacada por una pandilla de hombres y, en otras, como una figura fuerte en la política nacional.
Obama ha querido desbaratarle los planes, al afirmar que 'no tiene sentido presentarse (como una figura fuerte) durante ocho meses y cuando la gente empieza a cuestionar su punto de vista, dar marcha atrás repentinamente y decir: 'No la tomen conmigo'.
Pero Hillary parece decidida a seguir jugando a todas las bandas necesarias para ver cumplido su deseo de convertirse en la primera mujer presidente de Estados Unidos.
http://actualidad.terra.es
Por el momento, tiene una clara ventaja entre el público femenino y suficiente respaldo entre el masculino como para superar en intención de voto a todos sus contrincantes demócratas.
En esa batalla utiliza sus armas de mujer con calculadora mente matemática como ha quedado patente en los últimos días.
El revuelo que se prolonga hasta hoy comenzó la noche del martes durante el debate en Filadelfia (Pensilvania) entre los aspirantes demócratas a la Casa Blanca y donde los rivales de Hillary se tiraron sin compasión a su yugular.
Los asesores de la senadora demócrata lanzaron a continuación un vídeo electoral que bautizaron como 'The Politics of Pile On' (La política del ataque) y que se puede ver a través de YouTube.
El vídeo muestra a los rivales de Hillary repitiendo su nombre una y otra vez durante el debate televisado del martes.
'Al parecer doy mucho de que hablar y causo gran consternación y eso tiene su motivo', dice Hillary al final del anuncio, en el que deja a la imaginación de los espectadores el adivinar el citado motivo.
La idea de que la atacaban por ser mujer cobró fuerza después de que su jefa de campaña, Patti Solis Doyle, lamentase que 'en aquel escenario de Filadelfia viésemos a seis contra una', y que 'candidatos que han dicho estar comprometidos con la política de la esperanza practicasen la política del ataque'.
Doyle añadió que no había de qué preocuparse porque 'Hillary es una mujer fuerte', acostumbrada a torear en plazas difíciles.
Y Hillary volvió a echar leña al fuego al decir el jueves durante una visita a su 'alma máter' en las afueras de Boston que la universidad, sólo para mujeres, le dio los recursos para moverse con soltura en el masculino mundo de la política.
'Esta universidad de mujeres me preparó de muchas maneras para competir en un área como la de la política presidencial dominada por los hombres', dijo ante una entusiasta audiencia femenina.
Esa declaración de principios provocó la reacción del senador demócrata por Illinois Barack Obama, el único negro presidenciable.
'Asumo y espero que la senadora Clinton quiere ser tratada como todo el mundo', dijo el viernes a la cadena de televisión NBC.
'Cuando tuvimos un debate en Iowa hace algún tiempo me criticaron durante 15 minutos en temas de política exterior y no me dediqué a decir: me están atacando porque mi apariencia es distinta a la de los demás', arremetió Obama en referencia al color de su piel.
Y cuando todo parecía indicar que el explotar su condición de mujer iba a volverse en su contra, Hillary dio un nuevo giro de tuerca para aclarar que el motivo por el cual se ha abierto la polémica no tenía relación con su género, sino con su madera de ganadora.
'No creo que me estén atacando por ser mujer, me están atacando porque estoy ganando', aseguró la tarde del viernes, quizás en un intento de frenar las especulaciones que indirectamente alentó.
Su escurridiza naturaleza no es, de todos modos, nada nuevo.
Así, no dudó en defender a su marido después de que mantuviese relaciones sexuales con una becaria pese a que durante años defendió que las mujeres plantasen cara ante hombres abusivos.
Ahora, vuelve a recurrir a esa dualidad, al aparecer en ocasiones como una mujer atacada por una pandilla de hombres y, en otras, como una figura fuerte en la política nacional.
Obama ha querido desbaratarle los planes, al afirmar que 'no tiene sentido presentarse (como una figura fuerte) durante ocho meses y cuando la gente empieza a cuestionar su punto de vista, dar marcha atrás repentinamente y decir: 'No la tomen conmigo'.
Pero Hillary parece decidida a seguir jugando a todas las bandas necesarias para ver cumplido su deseo de convertirse en la primera mujer presidente de Estados Unidos.
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