"Es un nuevo enfoque para eliminar el dopaje", considera Anne Gripper, responsable antidopaje de la UCI. Gripper destacó que con esta medida se reforzaría la vigilancia de las malas prácticas sanguíneas y el consumo de esteroides.
Las autotransfusiones, momentaneamente indetectables, podrían también ponerse de relieve de manera indirecta a partir de las variaciones del perfil hematológico de los corredores.
Se estudiarán cinco parámetros sanguíneos (hématocritos, hemoglobina, réticulocitos, hemoglobina plasmática libre y el índice de estímulo) en este pasaporte, que inscribirá los resultados de todos los controles sanguíneos, del orden de seis al año.
Controles aumentados
El número de controles, en particular, fuera de la competición, se aumentará de manera significativa en el objetivo de tener éxito, según anunció el responsable de la UCI, "a diez pruebas y cuatro muestras urinarias por corredor".
En total, se habrá practicado un número de controles suficientes para permitir al pasaporte biológico ser operativo antes del próximo Tour de Francia, según Anne Gripper.
A diferencia de la situación actual, un corredor podría tener prohibido competir aunque los parámetros de su pasaporte biológico se sitúen por debajo del límite máximo reglamentado: "El objetivo es fijar límites individuales", explicó Gripper, a partir del valor normal de cada individuo.
Una cuestión pendiente es el establecimiento de sanciones a partir de los datos de cada pasaporte biológico: "Trabajamos con la Agencia Mundial Antidopaje para que el pasaporte biológico esté validado jurídicamente y para que a partir de él, se puedan establecer sanciones".
Según 'Le Monde', la UCI anunciará oficialmente la creación de este nuevo intrumento antidopaje en la cumbre sobre la materia que se celebrará en París desde el próximo lunes.
Las autotransfusiones, momentaneamente indetectables, podrían también ponerse de relieve de manera indirecta a partir de las variaciones del perfil hematológico de los corredores.
Se estudiarán cinco parámetros sanguíneos (hématocritos, hemoglobina, réticulocitos, hemoglobina plasmática libre y el índice de estímulo) en este pasaporte, que inscribirá los resultados de todos los controles sanguíneos, del orden de seis al año.
Controles aumentados
El número de controles, en particular, fuera de la competición, se aumentará de manera significativa en el objetivo de tener éxito, según anunció el responsable de la UCI, "a diez pruebas y cuatro muestras urinarias por corredor".
En total, se habrá practicado un número de controles suficientes para permitir al pasaporte biológico ser operativo antes del próximo Tour de Francia, según Anne Gripper.
A diferencia de la situación actual, un corredor podría tener prohibido competir aunque los parámetros de su pasaporte biológico se sitúen por debajo del límite máximo reglamentado: "El objetivo es fijar límites individuales", explicó Gripper, a partir del valor normal de cada individuo.
Una cuestión pendiente es el establecimiento de sanciones a partir de los datos de cada pasaporte biológico: "Trabajamos con la Agencia Mundial Antidopaje para que el pasaporte biológico esté validado jurídicamente y para que a partir de él, se puedan establecer sanciones".
Según 'Le Monde', la UCI anunciará oficialmente la creación de este nuevo intrumento antidopaje en la cumbre sobre la materia que se celebrará en París desde el próximo lunes.