Francia lanza un debate sobre el futuro de cuotas pesqueras en la UE
La presidencia francesa de la Unión Europea (UE) lanzó este lunes en Bruselas una revisión del controvertido sistema de cuotas pesqueras del bloque, en vigencia desde hace 25 años y considerado como un tema ultrasensible para muchos países, entre ellos España.
Aunque los 27 Estados miembros se pusieron de acuerdo en conservar el sistema de cuotas pesqueras a pesar de sus imperfecciones y las críticas que provoca, hubo divergencias sobre la oportunidad de liberalizarlo y crear un mercado donde se puedan negociar los derechos de pesca.
"Hubo un debate bastante controvertido sobre la creación de un mercado de cuotas individuales a nivel europeo", reconoció el ministro francés de Pesca, Michel Barnier, cuyo país preside la Unión Europea (UE), al final de una reunión con sus homólogos de la UE en Bruselas.
"Algunos ven en esta individualización y en ese mercado que podría ser creado, una posibilidad de responsabilizar a las empresas (pesqueras). Otros ven el riesgo de que el sector dependa demasiado de la situación financiera", agregó en alusión a la crisis financiera mundial y los peligros de la especulación.
El objeto de la reunión organizada por Francia era discutir si "el régimen de TAC (Total Autorizado de Capturas para cada especie en una zona marítima) y cuotas debe seguir siendo el eje de la política común de pesca".
La revisión de este mecanismo de gestión, siempre criticado por los profesionales del sector que lo juzgan estricto y arbitrario, fue propuesta por el propio presidente francés, Nicolas Sarkozy, a principios de año.
A partir de allí, Barnier ha debido ocuparse de tranquilizar a sus socios, explicándoles que el objetivo no era abolir las cuotas, sino modificar el mecanismo que las establece.
"La idea de liberalización provoca reservas, inquietudes. Nosotros pensamos que se puede avanzar. Ya lo hemos experimentado en la costa mediterránea y en Bretaña, con más corresponsabilidad de cada barco, de cada pescador. Pero también hay que tener cuidado de no meter demasiado liberalismo", dijo este lunes.
Entre las ideas que se estudian se encuentra la atribución de "cuotas individuales transferibles" a los pescadores, mediante fondos de comercio, como ya se hace en Noruega, Islandia, Nueva Zelanda o Australia.
Sus partidarios (como Dinamarca y Holanda) juzgan que esta fórmula fuerza a los pescadores a adoptar un comportamiento más mesurado en cuanto a las capturas, ya que deben mantener las reservas si quieren luego revender a buen precio su permiso.
Pero Francia se opone, temiendo una "concentración de empresas, con las más poderosas comprando a las menos", explicó Barnier.
En la práctica, la presidencia francesa es favorable a planes plurianuales para organizar mejor a un sector que se pregunta cada fin de año con qué recursos contará para el siguiente.
Noticias de Yahoo News
La presidencia francesa de la Unión Europea (UE) lanzó este lunes en Bruselas una revisión del controvertido sistema de cuotas pesqueras del bloque, en vigencia desde hace 25 años y considerado como un tema ultrasensible para muchos países, entre ellos España.
Aunque los 27 Estados miembros se pusieron de acuerdo en conservar el sistema de cuotas pesqueras a pesar de sus imperfecciones y las críticas que provoca, hubo divergencias sobre la oportunidad de liberalizarlo y crear un mercado donde se puedan negociar los derechos de pesca.
"Hubo un debate bastante controvertido sobre la creación de un mercado de cuotas individuales a nivel europeo", reconoció el ministro francés de Pesca, Michel Barnier, cuyo país preside la Unión Europea (UE), al final de una reunión con sus homólogos de la UE en Bruselas.
"Algunos ven en esta individualización y en ese mercado que podría ser creado, una posibilidad de responsabilizar a las empresas (pesqueras). Otros ven el riesgo de que el sector dependa demasiado de la situación financiera", agregó en alusión a la crisis financiera mundial y los peligros de la especulación.
El objeto de la reunión organizada por Francia era discutir si "el régimen de TAC (Total Autorizado de Capturas para cada especie en una zona marítima) y cuotas debe seguir siendo el eje de la política común de pesca".
La revisión de este mecanismo de gestión, siempre criticado por los profesionales del sector que lo juzgan estricto y arbitrario, fue propuesta por el propio presidente francés, Nicolas Sarkozy, a principios de año.
A partir de allí, Barnier ha debido ocuparse de tranquilizar a sus socios, explicándoles que el objetivo no era abolir las cuotas, sino modificar el mecanismo que las establece.
"La idea de liberalización provoca reservas, inquietudes. Nosotros pensamos que se puede avanzar. Ya lo hemos experimentado en la costa mediterránea y en Bretaña, con más corresponsabilidad de cada barco, de cada pescador. Pero también hay que tener cuidado de no meter demasiado liberalismo", dijo este lunes.
Entre las ideas que se estudian se encuentra la atribución de "cuotas individuales transferibles" a los pescadores, mediante fondos de comercio, como ya se hace en Noruega, Islandia, Nueva Zelanda o Australia.
Sus partidarios (como Dinamarca y Holanda) juzgan que esta fórmula fuerza a los pescadores a adoptar un comportamiento más mesurado en cuanto a las capturas, ya que deben mantener las reservas si quieren luego revender a buen precio su permiso.
Pero Francia se opone, temiendo una "concentración de empresas, con las más poderosas comprando a las menos", explicó Barnier.
En la práctica, la presidencia francesa es favorable a planes plurianuales para organizar mejor a un sector que se pregunta cada fin de año con qué recursos contará para el siguiente.
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