Los objetivos del proyecto pasan por hacer una revisión completa de la medicación que toman estas personas -al objeto de optimizar los beneficios del tratamiento y disminuir los posibles problemas- y por identificar el nivel de riesgo de deterioro de la integridad cutánea y de presentar úlceras por presión -con el fin de impulsar el diseño e implantación de protocolos-. Para ello, se estudiará a todos los pacientes grandes discapacitados identificados en el distrito, un total de 328 personas, y a todos aquellos que se vayan incorporando durante la fase de recogida de datos.
Los profesionales que forman parte del proyecto realizarán una visita domiciliaria a cada uno de los pacientes para informar tanto a éste como a su cuidadora del trabajo de investigación. En ese sentido, se les pasará una hoja con información sobre el estudio y un documento de consentimiento informado para la participación voluntaria en el mismo. Además, se entregará al paciente una hoja de recogida de datos en la que se registrarán variables demográficas y socioculturales, variables clínicas y de tratamiento así como posibles dudas que hayan surgido con la medicación. Por último, se incluirá en esa hoja una valoración del riesgo de deterioro de la integridad cutánea y de aparición de úlceras por presión.
Una vez recogidos todos los datos se hará la correspondiente evaluación, de la que saldrá el plan de intervención.
La estrategia de seguridad del paciente se organiza en 24 objetivos con varias líneas de trabajo relacionadas con la gestión de los recursos, la formación de los profesionales o los sistemas de información.
Los profesionales que forman parte del proyecto realizarán una visita domiciliaria a cada uno de los pacientes para informar tanto a éste como a su cuidadora del trabajo de investigación. En ese sentido, se les pasará una hoja con información sobre el estudio y un documento de consentimiento informado para la participación voluntaria en el mismo. Además, se entregará al paciente una hoja de recogida de datos en la que se registrarán variables demográficas y socioculturales, variables clínicas y de tratamiento así como posibles dudas que hayan surgido con la medicación. Por último, se incluirá en esa hoja una valoración del riesgo de deterioro de la integridad cutánea y de aparición de úlceras por presión.
Una vez recogidos todos los datos se hará la correspondiente evaluación, de la que saldrá el plan de intervención.
La estrategia de seguridad del paciente se organiza en 24 objetivos con varias líneas de trabajo relacionadas con la gestión de los recursos, la formación de los profesionales o los sistemas de información.