Pero este reconocimiento político no es suficiente porque el País Vasco "sigue siendo un lugar incómodo para las víctimas del terrorismo mientras que muchos lugares de él siguen siendo cómodos para los terroristas", según señala Maite Pagazaurtundua, en la presentación del documental Corazones de hielo, producido por el escritor y periodista Jorge Martínez Reverte para la Fundación de Víctimas del Terrorismo.
El documental, que recoge el testimonio de diez mujeres familiares de personas asesinadas por ETA en distintas épocas y de pertenencia muy dispar, propone una mirada nueva. "No aparece un solo muerto. No hay sangre. No hay un solo disparo. No hay morbo", señala Pagazaurtundua. "Refleja la pelea de los familiares de las víctimas por rescatar la dignidad del ser querido asesinado y persigue que sus familiares puedan terminar el duelo".
Aún queda mucho recorrido para que los familiares de las víctimas logren ese objetivo en Euskadi. Pagazaurtundua ponía ayer un ejemplo para ilustrarlo. "Imaginaos que en Madrid hubiera carteles laudatorios de los asesinos del 11-M. Eso sigue pasando en el País Vasco con los terroristas de ETA".
La presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo atribuye la presencia laudatoria de los terroristas en Euskadi a "la presión del miedo, que aún subsiste, y a la existencia del poder fáctico de [ETA] que ha echado raíces en la sociedad vasca".
Martínez Reverte puso otro ejemplo en la persona del ex obispo de San Sebastián, José María Setién, que en la entrevista que concedió el domingo a EL PAÍS, "explicaba las razones de los asesinos como si hubiera que comprenderlas". "Mientras se equipare a verdugos y víctimas, mientras no se vean reconocidos los derechos de las víctimas, Euskadi no tendrá arreglo", señaló el productor del documental, quien admitió que, en este sentido, no es neutral, "como no se es en ningún lugar al abordar el trato que los nazis dieron a los judíos".
Pagazaurtundua, tras reconocer el paso dado por el Parlamento vasco al pedir perdón a las víctimas de ETA, fijó otro objetivo esencial, aún pendiente en Euskadi: la deslegitimación de la violencia de ETA.
Cree que Corazones de hielo puede servir para sensibilizar a la sociedad vasca para que "no deje solas a las mujeres que se juegan la libertad" por luchar por el objetivo de "buscar otro final" al drama vasco, "el reconocimiento del duelo y de los derechos de las víctimas".
El documental, que recoge el testimonio de diez mujeres familiares de personas asesinadas por ETA en distintas épocas y de pertenencia muy dispar, propone una mirada nueva. "No aparece un solo muerto. No hay sangre. No hay un solo disparo. No hay morbo", señala Pagazaurtundua. "Refleja la pelea de los familiares de las víctimas por rescatar la dignidad del ser querido asesinado y persigue que sus familiares puedan terminar el duelo".
Aún queda mucho recorrido para que los familiares de las víctimas logren ese objetivo en Euskadi. Pagazaurtundua ponía ayer un ejemplo para ilustrarlo. "Imaginaos que en Madrid hubiera carteles laudatorios de los asesinos del 11-M. Eso sigue pasando en el País Vasco con los terroristas de ETA".
La presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo atribuye la presencia laudatoria de los terroristas en Euskadi a "la presión del miedo, que aún subsiste, y a la existencia del poder fáctico de [ETA] que ha echado raíces en la sociedad vasca".
Martínez Reverte puso otro ejemplo en la persona del ex obispo de San Sebastián, José María Setién, que en la entrevista que concedió el domingo a EL PAÍS, "explicaba las razones de los asesinos como si hubiera que comprenderlas". "Mientras se equipare a verdugos y víctimas, mientras no se vean reconocidos los derechos de las víctimas, Euskadi no tendrá arreglo", señaló el productor del documental, quien admitió que, en este sentido, no es neutral, "como no se es en ningún lugar al abordar el trato que los nazis dieron a los judíos".
Pagazaurtundua, tras reconocer el paso dado por el Parlamento vasco al pedir perdón a las víctimas de ETA, fijó otro objetivo esencial, aún pendiente en Euskadi: la deslegitimación de la violencia de ETA.
Cree que Corazones de hielo puede servir para sensibilizar a la sociedad vasca para que "no deje solas a las mujeres que se juegan la libertad" por luchar por el objetivo de "buscar otro final" al drama vasco, "el reconocimiento del duelo y de los derechos de las víctimas".