El encarcelamiento de la niña de 15 años bajo cargos de robo desató un escándalo nacional por el tratamiento a las mujeres en el sistema de justicia en Brasil y las fallas cometidas por las autoridades en el estado de Pará, donde la mayoría de las ciudades y poblados no tienen cárceles separadas para hombres y mujeres.
"Mandar a una niña de 15 años a una celda con 20 hombres fue un acto atroz e intolerable", dijo César Brito, presidente de la Asociación Brasileña de Abogados, en una entrevista. "Es un caso grave de negligencia criminal contra las mujeres, que en Brasil siguen siendo víctimas de prejuicios".
La niña dijo que le obligaron a tener relaciones sexuales con al menos dos reclusos, indicó el jueves el portavoz policial Walrimar Santos por teléfono desde Belem, en la desembocadura del río Amazonas, adonde la menor fue transferida luego de casi un mes en la cárcel de hombres.
Un comité del Congreso planea visitar Pará el miércoles para investigar el caso y recomendar formas de mejorar el tratamiento a mujeres y delincuentes juveniles, dijo la congresista Luiza Erundina a una agencia noticiosa gubernamental.
De acuerdo al testimonio de la niña, las autoridades de la cárcel no intervinieron hasta que la historia salió a la luz en la prensa nacional y brasileños indignados demandaron su traslado. Santos dijo que ella no había sido golpeada ni maltratada físicamente.
Pero el diario O Estado de S. Paulo, basado en acceso a testimonio privado luego del traslado de la menor de la cárcel, dijo que ésta fue torturada con cigarrillos en los dedos de las manos y los pies para obligarla a tener relaciones sexuales. Sus compañeros de celda le cortaron el cabello para hacerla parecer un muchacho y dificultar que alguien la distinguiera, señaló Estado.
La niña dijo que su único "descanso" era los jueves, cuando las parejas de los reclusos los visitan, reportó el periódico.
"Mandar a una niña de 15 años a una celda con 20 hombres fue un acto atroz e intolerable", dijo César Brito, presidente de la Asociación Brasileña de Abogados, en una entrevista. "Es un caso grave de negligencia criminal contra las mujeres, que en Brasil siguen siendo víctimas de prejuicios".
La niña dijo que le obligaron a tener relaciones sexuales con al menos dos reclusos, indicó el jueves el portavoz policial Walrimar Santos por teléfono desde Belem, en la desembocadura del río Amazonas, adonde la menor fue transferida luego de casi un mes en la cárcel de hombres.
Un comité del Congreso planea visitar Pará el miércoles para investigar el caso y recomendar formas de mejorar el tratamiento a mujeres y delincuentes juveniles, dijo la congresista Luiza Erundina a una agencia noticiosa gubernamental.
De acuerdo al testimonio de la niña, las autoridades de la cárcel no intervinieron hasta que la historia salió a la luz en la prensa nacional y brasileños indignados demandaron su traslado. Santos dijo que ella no había sido golpeada ni maltratada físicamente.
Pero el diario O Estado de S. Paulo, basado en acceso a testimonio privado luego del traslado de la menor de la cárcel, dijo que ésta fue torturada con cigarrillos en los dedos de las manos y los pies para obligarla a tener relaciones sexuales. Sus compañeros de celda le cortaron el cabello para hacerla parecer un muchacho y dificultar que alguien la distinguiera, señaló Estado.
La niña dijo que su único "descanso" era los jueves, cuando las parejas de los reclusos los visitan, reportó el periódico.