El jefe de la Iglesia católica defendió también la familia "natural" como "primera educadora de la paz". "Quien ataca, incluso inconscientemente, a la institución familiar fragiliza la paz", declaró tras la misa, con ocasión de la oración del ángelus, recitada ante una multitud de fieles en la plaza San Pedro.
"Todos aspiramos a vivir en paz, pero la verdadera paz, la que anunciaron los ángeles en la noche de Navidad, no es una simple conquista del hombre o el fruto de acuerdos políticos", había afirmado poco antes durante la primera misa del año en la basílica de San Pedro, tradicionalmente dedicada al tema de la paz.
La paz "es ante todo un don divino que hay que implorar constantemente y, al mismo tiempo, un compromiso que se debe realizar con paciencia, siendo siempre dóciles a los mandamientos del Señor", afirmó. La Iglesia católica celebra cada 1 de enero desde hace 40 años el "día mundial de la paz".
En su homilía, Benedicto XVI invitó a "todos los hombres y todas las mujeres a tomar una conciencia más clara de su pertenencia común a la única familia humana".
El Santo Padre hizo amplia referencia a su "mensaje por la paz" publicado el 11 de diciembre y dedicado este año al tema de la familia. "La familia natural, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer" es "una cuna de la vida y del amor" y la "primera e irremplazable educadora de la paz", afirmó. "La negación o la restricción de los derechos de la familia, oscureciendo la verdad del hombre, amenaza a los propios fundamentos de la paz", agregó el Santo Padre.
Benedicto XVI ya había subrayando el domingo el "valor sagrado de la familia" al dirigirse desde el Vaticano a cientos de miles de católicos españoles que manifestaron en Madrid para defender la "familia cristiana".
El martes, el Papa deseó asimismo que "la coincidencia providencial" de varios aniversarios permita un "mayor esfuerzo por alcanzar la paz" en 2008, en referencia al 60 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el 25 aniversario de la Carta de los Derechos de la Familia adoptada por la Santa Sede.
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"Todos aspiramos a vivir en paz, pero la verdadera paz, la que anunciaron los ángeles en la noche de Navidad, no es una simple conquista del hombre o el fruto de acuerdos políticos", había afirmado poco antes durante la primera misa del año en la basílica de San Pedro, tradicionalmente dedicada al tema de la paz.
La paz "es ante todo un don divino que hay que implorar constantemente y, al mismo tiempo, un compromiso que se debe realizar con paciencia, siendo siempre dóciles a los mandamientos del Señor", afirmó. La Iglesia católica celebra cada 1 de enero desde hace 40 años el "día mundial de la paz".
En su homilía, Benedicto XVI invitó a "todos los hombres y todas las mujeres a tomar una conciencia más clara de su pertenencia común a la única familia humana".
El Santo Padre hizo amplia referencia a su "mensaje por la paz" publicado el 11 de diciembre y dedicado este año al tema de la familia. "La familia natural, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer" es "una cuna de la vida y del amor" y la "primera e irremplazable educadora de la paz", afirmó. "La negación o la restricción de los derechos de la familia, oscureciendo la verdad del hombre, amenaza a los propios fundamentos de la paz", agregó el Santo Padre.
Benedicto XVI ya había subrayando el domingo el "valor sagrado de la familia" al dirigirse desde el Vaticano a cientos de miles de católicos españoles que manifestaron en Madrid para defender la "familia cristiana".
El martes, el Papa deseó asimismo que "la coincidencia providencial" de varios aniversarios permita un "mayor esfuerzo por alcanzar la paz" en 2008, en referencia al 60 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el 25 aniversario de la Carta de los Derechos de la Familia adoptada por la Santa Sede.
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